¿Cuáles son los errores más habituales en una comunidad de vecinos? Si piensas que vives inmerso en la película de La Comunidad, de Álex de la Iglesia, piensa que no estás solo. La mayoría de las comunidades de vecinos tienen que lidiar con problemas como los ruidos o su uso de zonas comunes para actividades particulares, los morosos que no pagan las cuotas ni las derramas extraordinarias, las cuales suelen ser, per se, un problema, pues suponen un alto desembolso para los propietarios; y los asuntos de administración y presidencia de la Comunidad, que suelen dar muchos dolores de cabeza.

Vecinos morosos

Si unos vecinos no pagan sus cuotas mensuales o trimestrales, es difícil mantener saneadas las cuentas de la comunidad para ir resolviendo los problemas que afectan a todos. Con lo cual, a veces hay que reclamarles la deuda por vía judicial para que paguen o, si es necesario, les embarguen el piso.

Impago de las derramas extraordinarias

Muchos vecinos no pagan las derramas extraordinarias, ya sea porque no tienen dinero ni para las cuotas o porque consideran que las obras o reformas son innecesarias, al menos, para su conveniencia. Es el caso de los ascensores, que para los primeros pisos supone un gasto superfluo, o los arreglos en la fachada o las ventanas que a algunos no les importan.  Aquí también se puede proceder por orden judicial y, normalmente, se avendrán a pagar antes de que les embarguen el piso para luego reincidir en el impago.

Ruidos y actividades molestas en general

Todos hemos sufrido los ruidos del vecino que cambia los muebles a las 4 de la madrugada o a la vecina que entra con tacones y se pasea por todo el piso despertando a la familia de abajo. O los inquilinos que ponen la tele o la música para toda la finca o fuman en su terraza y sube el olor por todo el patio interior.

A estos hay que intentar recordarles que es obligatorio respetar el descanso y el bienestar de los demás por la vía del diálogo, amablemente, hasta que no haya más remedio que recurrir a la Ley de Propiedad horizontal (artículo 7.2 relativo a actividades molestas).

Uso de zonas comunes para actividades particulares

Hay vecinos que hacen barbacoa en el jardín o en la terraza comunitaria, otros que amarran las bicis en el hall de entrada bloqueando los contadores de la luz, el gas y el agua a los que tienen que acceder los operarios o, directamente, las meten en el cuarto de la limpieza. Permitirlo o no depende del consenso de todos los demás propietarios.

Administración y presidencia

Para tomar todas estas decisiones, lo mejor es tener no solo un presidente de la comunidad sino un administrador/a profesional que medie cuando haya discrepancias e informe sobre todos los aspectos legales. Una figura que se ocupe de coordinar las obras y presentar todas las facturas y recibos, incluso de los seguros de la comunidad.

Las calefacciones en edificios comunitarios

Uno de los servicios que ha de tener controlado el administrador de fincas es la calefacción central comunitaria, que se rige por normas del RITE (Reglamento de Instalaciones Térmicas de Edificios) y exige una certificación de cada una de los procesos de revisión, mantenimiento, reparación e inspección de estos sistemas.

El mantenimiento es esencial para optimizar su funcionamiento y su perdurabilidad, para lo que hay que contratar un servicio de mantenimiento preventivo en temporada de uso de la calefacción para evitar posibles averías.

Por supuesto, hay que estar al día con el mantenimiento correctivo para hacer reparaciones en cuanto sea necesario para los vecinos y tener una empresa que ofrezca la mayor seguridad de las instalaciones.

Individualización del consumo:

En las calefacciones centralizadas, es necesario llegar a un consenso sobre la temperatura media a establecer, así como que cada vivienda pueda pagar por lo que consume. También podrán consensuar los vecinos en qué fechas quieren que la empresa que presta el servicio apague o vuelva a encender las calefacciones y, durante el tiempo que estén apagadas, ordenar la limpieza, las actualizaciones en las salas de calderas o la sustitución de cuadros eléctricos.

Si las calderas del edificio ya se han quedado obsoletas, se recomienda aprovechar para sustituirlas por calderas de condensación, que optimizan el consumo energético, rebajando la factura, y disminuyen la emisión de gases contaminantes. Ya sean murales, de pie o equipos autónomos de generación de calor. Si quieres más trucos para preparar tu calefacción para el invierno, aquí los tienes todos.

Finvisa, ¿quiénes somos?

En Finvisa trabajamos para ofrecer la mejor calidad a las comunidades consiguiendo el máximo ahorro. Nuestro horario de atención al cliente es de 9h a 14h todos los días laborables del año. Le atenderemos en nuestras oficinas localizadas en Zaragoza, aunque si lo prefiere puede trasladarnos sus dudas a través de administracion@finvisa.es o nuestro formulario de contacto.