El coche eléctrico ha modificado la normativa de construcción de viviendas: los nuevos hogares tienen que construirse con una preinstalación que dé acceso a todas las plazas de garaje de los usuarios a una conexión eléctrica para que puedan recargar sus vehículos. La instalación de un punto de recarga para vehículos eléctricos en una plaza de garaje individual es una obligación legal y no requiere de acuerdo.

No es necesario solicitar permiso para la instalación de un punto de recarga en el garaje comunitario si vives en una comunidad de vecinos. Simplemente tienes que comunicar tu intención de instalarlo y el fabricante del automóvil eléctrico se encargará tanto del papeleo como de la propia instalación. La mejor opción es instalar un ‘wallbox’ en la plaza de aparcamiento comunitario y así recargar el coche siempre que se necesite, ya que todavía no hay demasiados puntos de recarga en la vía pública.

Todos los edificios construidos a partir del 30 de junio de 2015 deben facilitar en cada plaza de garaje el acceso a una toma de corriente según el Real Decreto 1053/2014 en el que se aprobó una Instrucción Técnica Complementaria nombrada como: Instalaciones con fines especiales. Infraestructura para recarga de vehículos eléctricos.

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A su vez se establece la obligatoriedad de que exista una estación de recarga eléctrica por cada 40 plazas de aparcamiento en los nuevos parkings de oficinas, flotas privadas y cooperativas de empresas. También en los parkings de carácter público. Cabe destacar que es importante que exista la posibilidad de cargar por la noche los vehículos eléctricos en las plazas particulares ya que las cargas rápidas son mucho más caras que las lentas, de ocho horas, porque requieren más potencia para recargar la pila en menos tiempo.

Todavía no es muy común ver coches particulares movidos a través de energía eléctrica. Sin embargo, van apareciendo entre el tráfico de las ciudades de forma lenta pero imparable. La Ley de Propiedad Horizontal, de forma clara y explícita, indica que la instalación de la toma de corriente se debe comunicar, pero no está sometida a acuerdos ni mayorías, independientemente de lo que considere cualquier vecino.